Al leer una nota de prensa de la agencia REUTERS, me llamó la atención la declaración de una mujer del pueblo venezolano que votó por el SI. Cito la nota de prensa:
La ignorancia del ciudadano venezolano en cuanto a sus deberes y derechos para con la nación, y en cuanto a los principios del buen gobierno, que son los de la democracia y el republicanismo, han fomentado en el venezolano el patrón de pensamiento caudillista. La ignorancia hace que la razón coja acuda a la muleta del caudillo, un líder político que guía la opinión del elector. A veces, la guía del elector no es simplemente la voz del caudillo o candidato presidencial, sino que en la opinión del elector también pueden influir el cura, los medios de comunicación, los familiares o cualquier persona que sea considerada por ellos alguien docto e instruido que sabe lo que dice. De manera que el juego electoral se convierte en la manipulación y no en la información de la opinión pública. Los electores no toman decisiones a conciencia, sino confiando ciegamente en sus guías. Dicha confianza está basada en el poder carísmático de dichos líderes y en el despliegue de los medios propagandísticos.
Si la mayoría de la población electoral tiene un patrón de pensamiento tal, no es difícil concluir que el bienestar de la nación corre peligro. Teniendo éste pueblo el derecho a votar, tiene también el destino de la nación en sus manos. Y al pensar en esto uno se pregunta si para tener derecho a votar sólo basta con ser venezolano mayor de edad y no tener problemas con la justicia. Quizás a algunos le suene extraño lo que estamos diciendo aquí, y esto se puede deber a que muchos tienen la creencia supersticiosa de que el pueblo es infalible. Sin embargo, no hay manera de refutar la idea de que el pueblo se puede equivocar al pronunciarse por medio de elecciones. Es por ello que debemos diferenciar entre la democracia y el republicanismo. La democracia es un elemento del republicanismo, pero no todo gobierno democrático es una república.
Los enemigos del republicanismo
Consideremos por ejemplo el fascismo. Los regímenes fascistas son populistas, es decir, están sustentados por el apoyo popular. Sin embargo, dicho populismo es fanático, definiedo fanatismo como celo sin conocimiento (Ro. 10:2). A continuación citamos a la Wikipedia con respecto a las características del facismo:
Recomendamos leer el artículo completo de la Wikipedia. De una vez nos podemos dar cuenta que el fascismo tiene características comunes con la revolución bolivariana, pero debemos decir que el fascismo, hablando de manera más estricta, está asociado con ideologías políticas de derecha. No obstante el fenómeno social del fascismo, independientemente de los detalles ideológicos y su relación con la clase burguesa, guarda gran similitud con este movimiento socialista mal denominado "revolución bolivariana". Consideramos importante agregar que algunas características de ciertos sectores de oposición recuerdan el fascismo. Ahora no entraremos en detalles sobre esto, pero no queremos dejar de alertar sobre este hecho.
Así que el republicanismo tiene dos grandes enemigos o rivales que se basan en la democracia, a saber: los regímenes totalitarios socialistas/comunistas y los regímenes totalitarios fascistas propiamente. Tanto uno como otro se aprovechan de la ignorancia y concupiscencias del pueblo, al cual manipulan por medio de la propaganda.
Elementos indispensables para una república
La república está basada en dos principio fundamentales: 1) La democracia; 2) El gobierno de las leyes justas. Al ser la república un gobierno democrático, éste depende del apoyo popular. Sin embargo, para que el pueblo se pueda sujetar a dichas leyes y para que las mantenga, debe discernir la justicia de ellas. De modo que el pueblo necesariamente tiene que estar instruído, de otra manera será víctima de las manipulaciones propagandísticas. Otra característica que debe tener el pueblo es que esté comprometido con el desarrollo y el bienestar de la nación por vía de la prosperidad individual. El republicanismo exalta las libertades individuales sobre las imposiciones de las mayorías, a menos que la libertad del individuo realmente afecte el bienestar común. Explicado de otra manera, el republicanismo no justifica atender las necesidades comunales a costa de las bienes y derechos individuales partiendo de la base de que dichas necesidades pueden ser satisfechas por la suma del trabajo individual de cada miembro de la comunidad. Es por ello que Bolívar sostiene que los ciudadanos activos son los que pueden ejercer el derecho del voto, siendo los ciudadanos activos los que contribuyen de manera significativa con la prosperidad de la nación.
De todo lo dicho anteriormente inferimos lo siguiente: siendo que la república está basa en el apoyo popular, y siendo que el pueblo tiene que estar conformado por individuos activos e instruídos, el gobierno republicano sólo se puede dar en una nación con una clase media amplia. Es decir, la mayoría de la población estará conformada por individuos de clase media. Esto es así porque los individuos que tienen mayor oportunidad de instruirse y de constituir industrias prósperas o ser empleados prósperos, son los de la clase media.
Reflexión final
Es evidente que Venezuela no tiene la población idónea para sostener un gobierno republicano. Un análisis de la población indica que la mayoría de los venezolanos vive en pobreza marginal. Allí está la raíz de la crisis política venezolana. Mientras que la población venezolana se encuentre en tal condición, las esperanzas de tener un gobierno republicano son realmente espúrias, y por lo tanto la nación está expuesta a la rapiña de los sistemas totalitarios. No obstante no es imposible una transformación de la sociedad. Pero dicha transformación tiene como medio principal la educación. De modo que todo proyecto de redención política de Venezuela tiene que tener como elemento primordial un plan educativo. "La educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades" (Simón Bolívar, Discurso ante el Congreso de Angostura).
"Yo no entendí la reforma, pero voté por el Sí porque estoy muy agradecida con Chávez," explicó Rosa Meriño, una vendedora de las tradicionales arepas venezolanas a las puertas de una estación del subterráneo capitalino. (Fuente: Fabián Andrés Cambero, REUTERS, 03/12/2007).Hay dos cosas que caracterizan esta posición: 1) la incapacidad intelectual para comprender la reforma; 2) el compromiso afectivo con Chávez. Imaginemos por un momento que la cuestión de la reforma constitucional depende tan solo de la decisión de esta persona. ¿Cuán conveniente para el país sería la decisión de ella? ¿No consideraríamos que algo tan delicado como la reforma constitucional no debería estar en manos de una persona tan ignorante y tan prejuiciada? Luego entonces cuestionaríamos el derecho a decidir de esta señora. Consideremos ahora el hecho de que el caso de esta humilde arepera no es raro ni aislado, sino que es el caso de una cantidad ideterminada, pero, a mi parecer, muy posiblemente significativa de la población electoral de Venezuela. Y esta postura no es característica a las personas afectas al gobierno, sino que posturas semejantes son comunes entre la oposición. ¿Cuántos habrá que votaron por el NO que tampoco entendían la reforma y que fueron motivadas por el odio a Chávez? ¿Cuántos determinarían su voto por lo que le decían los medios, los curas y los líderes de la oposición?
La ignorancia del ciudadano venezolano en cuanto a sus deberes y derechos para con la nación, y en cuanto a los principios del buen gobierno, que son los de la democracia y el republicanismo, han fomentado en el venezolano el patrón de pensamiento caudillista. La ignorancia hace que la razón coja acuda a la muleta del caudillo, un líder político que guía la opinión del elector. A veces, la guía del elector no es simplemente la voz del caudillo o candidato presidencial, sino que en la opinión del elector también pueden influir el cura, los medios de comunicación, los familiares o cualquier persona que sea considerada por ellos alguien docto e instruido que sabe lo que dice. De manera que el juego electoral se convierte en la manipulación y no en la información de la opinión pública. Los electores no toman decisiones a conciencia, sino confiando ciegamente en sus guías. Dicha confianza está basada en el poder carísmático de dichos líderes y en el despliegue de los medios propagandísticos.
Si la mayoría de la población electoral tiene un patrón de pensamiento tal, no es difícil concluir que el bienestar de la nación corre peligro. Teniendo éste pueblo el derecho a votar, tiene también el destino de la nación en sus manos. Y al pensar en esto uno se pregunta si para tener derecho a votar sólo basta con ser venezolano mayor de edad y no tener problemas con la justicia. Quizás a algunos le suene extraño lo que estamos diciendo aquí, y esto se puede deber a que muchos tienen la creencia supersticiosa de que el pueblo es infalible. Sin embargo, no hay manera de refutar la idea de que el pueblo se puede equivocar al pronunciarse por medio de elecciones. Es por ello que debemos diferenciar entre la democracia y el republicanismo. La democracia es un elemento del republicanismo, pero no todo gobierno democrático es una república.
Los enemigos del republicanismo
Consideremos por ejemplo el fascismo. Los regímenes fascistas son populistas, es decir, están sustentados por el apoyo popular. Sin embargo, dicho populismo es fanático, definiedo fanatismo como celo sin conocimiento (Ro. 10:2). A continuación citamos a la Wikipedia con respecto a las características del facismo:
El fascismo exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo. Utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder en el que se concentra todo el poder. Aprovecha los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los desplaza contra un enemigo común (real o imaginario, interior o exterior), que actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de forma irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población. Es expansionista y militarista, utilizando los mecanismos movilizadores del irredentismo territorial y el imperialismo que ya habían sido experimentados por el nacionalismo del Siglo XIX. .
El fascismo desdeña las instituciones del Estado republicano y sustituye el voto como expresión de la voluntad popular por las expresiones masivas de apoyo al líder. Hitler utiliza el plebiscito como arma en las relaciones internacionales: sus grandes decisiones son apoyadas por plebiscitos de apoyo masivo utilizados como amenaza: el líder fascista se presenta como portavoz de la nación unificada que habla con una sola voz. Esto refuerza otro de sus elementos principales: el "liderazgo carismático". El líder es casi divino y su liderazgo no es racional: "Führer", "Duce", "Caudillo", etc. El Fascismo no considera un valor la libertad de expresión y recurre a la violencia sistemática para obtener el poder o mantenerse en él; la violencia tiene un valor positivo para el movimiento fascista, es una fuerza de cambio, al igual que la juventud, que también es exaltada. Mussolini, fundador del PNF Partito Nazionale Fascista, opuso a los principios de la Revolución Francesa de «libertad, igualdad y fraternidad» la consigna «creer, obedecer y combatir».(Fuente: Wikipedia)
Recomendamos leer el artículo completo de la Wikipedia. De una vez nos podemos dar cuenta que el fascismo tiene características comunes con la revolución bolivariana, pero debemos decir que el fascismo, hablando de manera más estricta, está asociado con ideologías políticas de derecha. No obstante el fenómeno social del fascismo, independientemente de los detalles ideológicos y su relación con la clase burguesa, guarda gran similitud con este movimiento socialista mal denominado "revolución bolivariana". Consideramos importante agregar que algunas características de ciertos sectores de oposición recuerdan el fascismo. Ahora no entraremos en detalles sobre esto, pero no queremos dejar de alertar sobre este hecho.
Así que el republicanismo tiene dos grandes enemigos o rivales que se basan en la democracia, a saber: los regímenes totalitarios socialistas/comunistas y los regímenes totalitarios fascistas propiamente. Tanto uno como otro se aprovechan de la ignorancia y concupiscencias del pueblo, al cual manipulan por medio de la propaganda.
Elementos indispensables para una república
La república está basada en dos principio fundamentales: 1) La democracia; 2) El gobierno de las leyes justas. Al ser la república un gobierno democrático, éste depende del apoyo popular. Sin embargo, para que el pueblo se pueda sujetar a dichas leyes y para que las mantenga, debe discernir la justicia de ellas. De modo que el pueblo necesariamente tiene que estar instruído, de otra manera será víctima de las manipulaciones propagandísticas. Otra característica que debe tener el pueblo es que esté comprometido con el desarrollo y el bienestar de la nación por vía de la prosperidad individual. El republicanismo exalta las libertades individuales sobre las imposiciones de las mayorías, a menos que la libertad del individuo realmente afecte el bienestar común. Explicado de otra manera, el republicanismo no justifica atender las necesidades comunales a costa de las bienes y derechos individuales partiendo de la base de que dichas necesidades pueden ser satisfechas por la suma del trabajo individual de cada miembro de la comunidad. Es por ello que Bolívar sostiene que los ciudadanos activos son los que pueden ejercer el derecho del voto, siendo los ciudadanos activos los que contribuyen de manera significativa con la prosperidad de la nación.
De todo lo dicho anteriormente inferimos lo siguiente: siendo que la república está basa en el apoyo popular, y siendo que el pueblo tiene que estar conformado por individuos activos e instruídos, el gobierno republicano sólo se puede dar en una nación con una clase media amplia. Es decir, la mayoría de la población estará conformada por individuos de clase media. Esto es así porque los individuos que tienen mayor oportunidad de instruirse y de constituir industrias prósperas o ser empleados prósperos, son los de la clase media.
Reflexión final
Es evidente que Venezuela no tiene la población idónea para sostener un gobierno republicano. Un análisis de la población indica que la mayoría de los venezolanos vive en pobreza marginal. Allí está la raíz de la crisis política venezolana. Mientras que la población venezolana se encuentre en tal condición, las esperanzas de tener un gobierno republicano son realmente espúrias, y por lo tanto la nación está expuesta a la rapiña de los sistemas totalitarios. No obstante no es imposible una transformación de la sociedad. Pero dicha transformación tiene como medio principal la educación. De modo que todo proyecto de redención política de Venezuela tiene que tener como elemento primordial un plan educativo. "La educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades" (Simón Bolívar, Discurso ante el Congreso de Angostura).
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